Gracias abuela

Hace más de 10 años que mi abuela materna murió y por fin me he reconciliado con ese día.
Mi abuela Marucha vivía el León y yo en Barcelona. Desde niña pasaba los veranos en su casa y venían a visitarnos con frecuencia. Siempre me he sentido muy unida a ella. No lo puedo expresar con palabras pero seguro que me entendéis.
Marucha estaba orgullosa de haber superado un cáncer de mamá y mostraba con alegría que ya no tenía pecho, había sobrevivido.  Durante muchos años su marido, mi abuelo, Goyo estuvo muy enfermo  El día que mi abuelo se fue me pude despedir.
Ya sin mi abuelo, ella vino a pasar unos meses con nosotros a Barcelona. Después de la muerte de su amor su mente empezó a huir. Pasaba muchas horas con ella. Me explicaba  cosas sin sentido, para mí, pero importantes para ella. Hablaba de su niñez, del barrio, de Asturias…Me encantaba escucharla. A los pocos meses de estar con nosotros le detectaron cáncer de huesos y ya no había nada que hacer. Fue todo muy rápido. La familia decidió que debía pasar sus últimas horas en León, en su tierra y con su gente. Mi madre se fue con ella. Y yo viajaría a los pocos días. Tenía un billete de bus para un viernes a la noche y ese viernes por la mañana murió. No me esperó. No pude despedirme. Y eso me ha estado doliendo hasta hace poco.
De todos sus objetos, ella decidió que me quedará con su Medalla de la Madre. La medalla me acompaña en cada momento importante de mi vida. Me dejó su Medalla de la Madre.
Ella tuvo cuatro hijos: el mayor, los mellizos (segundos) y a mi madre, la pequeña. Estaba orgullosa de todos, pero sobretodo se sentía  especial  por ser madre de mellizos. Hablaba de cómo nacieron en casa, de cómo les deba el pecho, de cómo dormían, de las trastadas que hacían….Mi abuela me dejó su Medalla de la Madre y de ella heredé la posibilidad de tener mellizos. Ella lo heredó de su madre, que tuvo tres partos de mellizos, tres! Mi tío, uno de los mellizos, tiene mellizos y ahora yo tengo mellizos. Todos varones y muy diferentes entre sí.
Cuando me dijeron que venian dos pensé en mi abuela, y en mi madre que siempre quiso tener mellizos y no los tuvo. Durante las primeras semanas de embarazo me sentí enfadada pero pronto pensé que eran un regalo. Ahora estoy convencida que mi abuela me cuida, me da fuerzas y protege a mi familia. Sé que no es casualidad que yo tenga tres hijos, me tocaba, debía ser así y eso me hace tremendamente feliz, me acerca  y me reconcilia con ella, no necesitaba despedirse de mi porqué siempre vamos a estar unidas. Somos madres.
Gracias Marucha y Goyo. Os quiero.

Mis tios hace 70 años
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