Declaración de amor

Me gusta ser madre. Nunca imaginé que me sintiera tan cómoda y feliz. Me gusta ser madre de familia numerosa y me encanta serlo de mellizos.  Me imaginaba que sería duro y que tendría mil dudas y las tengo, pero he aprendido a confiar en mi instinto, lo que no siempre me da la seguridad que necesito.Hay algo que últimamente me preocupa especialmente: la relación entre hermanos.
Ayer presencié una escena de esas que toda madre o padre sueña con vivir. Aún me emociono al pensarlo.
Bajaba sola con los tres a la piscina, pedí a la Niña que me ayudara con los mellizos, son de distracción fácil. Me paré un momento a colocar una cosa del bolso y la Niña siguió hacia delante con sus hermanos. Pidió al Rubio que le diera la mano, se la dio y ella respondió con un beso en la mejilla. Después se la ofreció al Moreno y  le plantó otro beso. La escena era idílica y me quedé babeando un rato mientras observaba como subían los tres de la mano y entonces la Niña les digo: “Os quiero mucho a los dos”. Me derretí….
Fue una declaración de amor en toda regla. En ese momento supe que lo estamos haciendo bien. En general, los tres se llevan bien, están acostumbrados a estar juntos y desde hace algunos meses comparten juegos, lo no quiere decir que nuestra vida sea idílica, ni mucho menos, también hay momentos de peleas y llantos, pero escuchar algo así emociona a cualquiera, ¿no?
Espero que crezcan siendo hermanos y amigos, compañeros de viaje, que se respeten y quieran, que algún día piensen que les dimos el regalo más valioso que se le puede hacer a un niño: sus hermanos.