OLIVIA CUMPLE 4 AÑOS

Hoy, 19 de febrero, la Niña Robinson cumple 4 años. ¡Cómo pasa el tiempo! Hoy será Olivia, la ocasión lo merece.
Hace poco más de 4 años decidíamos que queríamos ser padres, queríamos formar una gran familia. Fue un embarazo tranquilo. Disfruté de él. Descubrí una Noelia que no conocía. Durante 9 meses canté y  bailé para ella. Papá y yo hicimos yoga, ejercicios de meditación, largos paseos…todo para que Mi Olivia se sintiera bien. Nos preparamos a conciencia parta recibirla.
Tras 3 días de parto la recibí con mis manos, nunca olvidaré su carita. Fue directa al pecho y no se separó durante horas.
Olivia llegó para enseñarnos que el amor incondicional existe. Es un amor inmenso. Inexplicable.
Me enseñó que yo no era quién creía ser. Me descubrió que soy maternal, paciente, cariñosa, alegre, optimista, responsable…Nunca antes había cogido un bebé, creerme, nunca, pero con Olivia parecía que lo había hecho toda la vida.
Me mostró un Papá Crusoe, Juan,  mucho mejor de lo que me imaginaba. El Juan paternal se  intuía pero la realidad supera las expectativas iniciales. Es un hombre entregado a su familia, cariñoso, divertido, amoroso, tolerante, un gran apoyo, no juzga…maravilloso.
Nos ha enseñado que cuando uno es padre deja atrás muchas cosas pero merece la pena, de eso estoy segura.
Durante el primer año Olivia nos facilitó mucho el trabajo, fue un bebé fácil, sin cólicos, sin mocos, sin noches en vela…
Después se convirtió en una niña alegre, divertida, cantarina y tremendamente sensible.
Cuando cumplió los 25 meses llegaron Fèlix y Nilo y ella,  haciendo gala de su gran empatía, en los momentos más duros de  nuestra vida, nos lo puso muy fácil. No hubo ni rabietas ni celos. Bueno, hubo, pero llegaron meses más tarde y fue algo anecdótico.
Hoy cumple 4 años. Se ha levantado feliz. Ha ido al cole saltando y cantando como todas las mañanas. Dice que ya es grande pero yo la veo pequeña, muy pequeña.
Un secreto…el día 16 de febrero de 2009 por la noche empezaron las contracciones y no pararon durante tres días. Papá Cruesoe estuvo conmigo sin dormir ni un minuto. Por fin llegó el momento, Olivia nació de madrugada. Papá  Crusoe estaba agotado. Después de recibir a la niña, en el paritorio, me pregunto “¿puedo cerrar los ojos?” “Claro” respondí. Apoyó la cabeza en la camilla y se quedó dormido. ¡No me lo podía creer!

Olivia con unos minutos de vida
Olivia con unos minutos de vida

FELICIDADES OLIVIA